1. DISTORSIONAR DELIBERADAMENTE UNA REALIDAD
Este elemento característico, que lo hemos emplazado dentro de esta exposición como un ingrediente de tipo accionario, es una pieza relevante dentro de la definición de la Posverdad, lo es así, porque dentro del punto de partida, hemos planteado que el contexto de vivir en la era de la desinformación, se debe en principio, a que existe un comportamiento que es recurrente, intencional y aceptado, de uno o varios sujetos, que dentro de sus relacionamientos sociales mienten para cumplir con propósitos de matices infinitos, tal y como lo plantea el libro “La era de la posverdad: deshonestidad y engaño en la vida contemporánea”. (Kreitner Richard, 2016)
Dentro de un contexto de comunicación es factible hacer uso de la definición que contempla el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, distorsionar es la acción mediante la cual se pretende presentar o interpretar hechos, intenciones, etc., "deformándolos de modo intencionado”.
Es patente, que tanto la definición en si misma del concepto distorsión, como ingrediente característico de tipo accionario de la Posverdad, supone en sí mismo una circunstancia en la que claramente se persigue una intención consistente en la deformación de la realidad.
La realidad puede ser distorsionada con múltiples propósitos, y no toda deformación de esta, implica caer en la Posverdad. Por ejemplo, en el género literario de las novelas, por lo general se acude al uso narrativo de desformar la verdad para presentar algunos hechos de manera atrayente, o en palabras del escritor colombiano, Juan Gabriel Vásquez, para buscar hacer que la “novela diga solo lo que la novela puede decir”.
Así que este ingrediente, pone de presente entonces, que en la Posverdad necesariamente se busca de modo intencional desformar una realidad, con motivaciones engañosas por parte del emisor de un mensaje. En la Posverdad, el emisor del mensaje tiene la finalidad, de hacer incurrir al receptor de este, en un error de percepción de la realidad.
En nuestra era, esa distorsión del mensaje puede venir de cualquier tipo de fuente, y haciendo uso de cualquier medio, es decir de una web, de la radio, de imágenes, de audios, de videos, puesto que la comunicación es un “fenómeno histórico, complejo, situacional y fluido.” (Massoni, 2016).
Siendo más precisos este elemento característico presenta la Posverdad como un simple eufemismo o una manera elegante de señalarnos, que vivimos en tiempos donde existen sujetos (en sentido amplio) que están empeñados en propagar mentiras.
El segundo concepto que trae consigo este elemento característico, la realidad, es tal vez el más relevante, puesto que es el escenario sobre el cual se pretende desatar todos los efectos perjudiciales de la mentira. De acuerdo con el Diccionario Filosófico de Rosental & Iudin, conceptualmente la palabra realidad, puede ser entendida como:
“aquello que realmente existe y se desarrolla, contiene en sí mismo su propia esencia y sus propias leyes, así como los resultados de su propia acción y desarrollo. Tal realidad es la realidad objetiva en toda su concreción. En este sentido, la realidad se distingue no sólo de todo lo aparente, imaginario y fantástico, sino, además, de lo que es solamente lógico (concebido), aunque esto último sea por completo justo; también se diferencia de todo lo que sólo es posible, probable, aunque aún no exista.” (Iudin, 1968)
En este punto, valga recordar la advertencia realizada líneas arriba sobre la realidad basada en los hechos, así que para los fines de esta exposición limitémonos a la definición expuesta, no sin antes sugerir como profundización conceptual dos documentos:
El primero, de tipo audiovisual, publicado en la plataforma de video YouTube, titulado “La posverdad”, una interesante disertación filosófica realizada por el escritor, docente y filosofo argentino Dario Sztajnszrajber, sobre la verdad y la realidad. El segundo, es un libro del filósofo austriaco Paul Watzlawick, titulado ¿Es real la realidad? de la Editorial Herder del año 1981.
En estos dos documentos, que se llevan entre sí 30 años de diferencia, el concepto de realidad se trata como un problema conceptual filosófico, y a partir de los elementos que trae la definición del Diccionario Filosófico de Rosental & Iudin, arriba expuesta, estos dos filósofos evalúan el alcance, origen, evolución y estructura del término realidad.
Para finalizar este aspecto, en cualquier caso, en el mundo de la web 2.0, la realidad que se pretende distorsionar a través de lo que se comunica mediante el uso de las Redes Sociales, lleva a recrdar por unos segundos a la famosa película de 1999, Matrix, cuando Morfeo le pregunta a su pupilo Neo: “¿Qué es real?, ¿Cómo defines lo real?, Si estás hablando de lo que puedes sentir, lo que puedes oler, lo que puedes saborear y ver, entonces lo real son simplemente señales eléctricas interpretadas por tu cerebro.”
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